jueves, 15 de octubre de 2009

Un balance bastante optimista, para que Diegote no se nos enoje.

Lo peor ya pasó. Tenemos (bah, tienen) ahora 8 meses para resolver todos esos problemas que quedaron bajo la alfombra (o no tanto) durante este último tiempo, para pensar quiénes serán los elegidos para viajar a Sudáfrica, qué posición le toca a cada jugador,  idear una forma de juego convincente de verdad, en fin, tenemos 8 meses de "tranquilidad".

Ahora bien, si vemos la tabla final de posiciones nos vamos a dar cuenta de que, en relación a los otros 3 clasificados, tan mal no quedamos. Es cierto, mientras Brasil tiene 34 puntos, y Chile y Paraguay terminaron con 33, nosotros estamos cuartos con 28, en enorme medida gracias a estos dos últimos partidos. También es notoria la diferencia entre (valga la redundancia) diferencia de goles: apenas +3 para nosotros contra +22, +10 y +8 de quienes nos anteceden en la tabla.

Pero veamos ahora el vaso medio lleno. Ganamos apenas un partido menos que el primer clasificado, y dos menos que los dos siguientes. La diferencia de puntajes está en la mayor cantidad de partidos empatados que tiene Brasil con respecto a Argentina, que tiene 6 perdidos, lo que a su vez es apenas uno más que Chile y Paraguay. Entonces, podemos decir, grosso modo, que en términos absolutos tuvimos una actuación lamentable, pero en términos relativos estuvimos bastante cerca de lo que fue el nivel de los primeros tres clasificados.

Volvamos a Brasil: 8 partidos ganados, 7 empatados y sólo 2 derrotas. De esos siete empates, cinco fueron sin goles, y cuatro de éstos de local. Claro, la diferencia de goles de +22 se explica porque goleó en más de una ocasión: en seis de los partidos que ganó metió 3 o más goles. Entonces podríamos decir que Brasil no jugó una buena clasificatoria, pero sí fue muy efectivo en los partidos en los que jugó bien.

Lo nuestro fue completamente al revés. No jugamos una buena clasificatoria, eso está más que claro, y cuando perdimos, realmente merecimos perder por el poco juego que mostramos, al tiempo que nuestras victorias (salvo excepciones) fueron bastante modestas. Esta carencia de fútbol se lo podemos atribuir a lo que queramos (falta de motivación de los jugadores, falta de experiencia del técnico, falta de liderazgo, etc.), pero existe y hay que corregirla. Preocuparse más por mandársela a guardar a los periodistas que por resolver este tema tan importante de cara a una copa del mundo no ayuda en nada.

4 comentarios:

Martin dijo...

no veo mucho optimismo..

Salvador Estado dijo...

Deberias ponerle el dato temporal, como empezaron Brasil, Chile y Paraguay respecto de Argentina y como terminaron. Me parece que los primeros encontraron los equipos, mientras que nosotros lo perdimos.

Gonzalo Rondinone dijo...

segui chupando PO7@...

Juane dijo...

una interesante conclusión es que del estudio basado sólo en estadísticas se pueden derivar falacias importantes..