lunes, 31 de agosto de 2009

Discriminame, discriminate

Se habló mucho en los últimos tiempos acerca del famoso subsidio universal de Lilita Carrió. El otro día lo escuchaba a Claudio Lozano en la tele argumentando el por qué del ingreso para todos: decía que cualquier programa focalizado requiere un discriminador. Y que más allá de buenas intenciones, eso genera un reparto discrecional de los fondos.

Siguiendo el debate, Sirinivasa publicó hace poco un notable post tratando de explicar por qué para acabar con la pobreza es necesario, más que universalizar, particularizar. El problema es que no se metió con el punto clave que da origen a este pedido de la oposición: el deseo de eliminar la chance de que alguien (injustamente) pueda decir "para vos no hay".

Lo novedoso o distinto de un programa universal es esto de evitar la discriminación. Y está claro cuál es su principal flaqueza: es muy costoso.

Hoy pensaba: si vamos a lanzar un plan de ese estilo hay que buscar mecanismos para que uno mismo se autoexcluya del sistema de subsidios. Crear incentivos para que las clases media y alta no exijan su porción de la torta. Si lográs la propia discriminación, no hay más debate: salteás el reparto discrecional (+ el clientelismo + la corrupción) y te ahorrás la transferencia a los que no necesitan.

Primera idea que me saltó a la cabeza: crear una base de datos gigante disponible gratis en internet con el nombre, apellido y DNI de todos aquellos que reciben su cuota. Insisto, todo ciudadano tendría derecho a cobrar el subsidio, pero si cobrás, aparecés en la base. El propio gobierno podría lanzar una campaña mediática pidiendo que aquél que no necesite el ingreso no lo exija, para dejar en claro que la idea del programa no es que todos cobren, sino evitar la mala distribución de los fondos.
Imaginate: con un simple click te enterarías si los políticos, los jugadores de fútbol, los actores, tus compañeros de trabajo, tus tíos o el canillita de la otra cuadra le piden al Estado aquello que no necesitan. De clase media-media para arriba, ¿cuántos estarían dipuestos a aparecer en la base a cambio de, qué se yo, $200 por hijo? ¿No se autodiscriminaría el 15% de la población?

Me viene a la mente un amigo que contaba que su country tenía una revistita mensual que en la página 2 tenía la sección "Morosos" con la lista de las familias ricachonas que debían sus cuotas.

Se trata de explotar al máximo el miedo al qué dirán!


el nene

8 comentarios:

El desquitado dijo...

El mecanismo de las listas me resulta un tanto perverso. Autoexcluirse del subsidio por considerarse rico es la contracara de aparecer en la lista de "pobres" si uno lo recibe.
Bajo ninguna circunstancia puede pasar que alguien que necesite el subsido no lo quiera recibir para no apaecer en la lista. Y me da la sensación que un sistema así podría provocar eso.

Mucho más allá de todos los chanchullos que puedan existir alrededor del que maneje esas listas...

chacall dijo...

Yo lo veo al revés... cualquiera que no deba recibir del estado más ayuda de la que recibe, o es contribuyente de la AFIP, o está registrado en ANSES.

Con el cuil - cuit, podrías tener una base para discriminar de manera inversa.

La base de datos ya existe. De hecho, hoy la asignación familiar se distribuye distinto según sea tu salario. Eso ya está registrado entonces. Faltaría que a todo aquel que no tenga registrado un salario, se le asigne una asignación familiar del doble de la más alta actual si se quiere.

saludos!

Ella dijo...

Ese mecanismo puede ser útil en el country, porque se utiliza como penalización a los morosos.
¿Acaso se quiere penalizar públicamente a alguien que recibe un subsidio?
¿Cómo seriá el slogan de la campaña? "Dale, asumí que sos pobre, anotate en la lista pública"


Mmm.. no me parece..

Sam Rothstein dijo...

Nene, a ricos, famosos y en general a todo el que labure en blanco y no sea pobre lo identificas facil, aunque dudo que sea lo optimo excluirlos por los incentivos que puede generar a borrarse de esas listas (por el contrario, te sirve como medida de lo que estas desperdiciando). Tambien podes cruzarlo con bases de bienes personales y otros impuestos.

Si queres generar incentivos para que solamente se anoten los pobres es sencillo: colas en barrios pobres.

La clase media alta tiene uno o dos hijos en general. Por 400 pesos mugrientos por mes no van a hacer cuatro horas de cola en el conurbano.

el nene dijo...

Sammy, interesante tu punto, se toca con lo que dicen Ella y el desquitado. Lo de las colas es el típico ejemplo que se usa siempre para explicar ineficiencias, porque mucha gente pierde tiempo y nadie gana nada. La pregunta por responder es: ¿qué prefieren los pobres, hacer colas o que publiquen sus nombres en internet? En ambos casos hablamos de los costos de la discriminación positiva. Para mi sin dudas es menos ineficiente lo de la base de datos.

Tiene su punto lo de la cruzada con bases de bs. personales por ejemplo. Pero no suena lindo eso de que solo uno pueda autoexcluirse de un ingreso de derecho universal?

Ramiro dijo...

Y qué problema hay con aumentar ganancias y recuperar por ese lado? O hay una especie de barrera natural para el cobro efectivo de este tipo de impuestos? Saludos.

Marlango dijo...

Ya te lo dije. La idea no me gustó. Me parece que es preferible que un par de tarados se anoten y que el estado "pierda" ese dinero antes que publicar información que para mi tiene que ser privada. Estoy preparando un post para debatir esta cuestión.

Marlango dijo...
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